Ir al contenido principal

Información sobre la Virgen de la Puerta del Conde (Registro)

Rescato unas notas mirobrigenses escritas por Jesús Sánchez Terán en abril de 1930 sobre la virgen de piedra que está colocada en la hornacina que hay en la parte interior de la Puerta del Conde, la nota dice lo siguiente:

Una de las imágenes de más antigua y arraigada devoción en este ciudad, es la de Nuestra Señora del Rosario, que se venera en la antigua iglesia de La Magdalena, hoy templo parroquial de San Cristóbal.

La sagrada escultura está íntimamente ligada a la historia de la Orden de Santo Domingo y a la de nuestra población. Preciso es recordarla, si queremos ver lo que significa la colocada en la hornacina que se abre sobre la parte interior de la Puerta del Conde.

Al hacer ciertas excavaciones en la muralla, se encontró, [hace] siglos, una preciosa imagen de aspecto muy antiguo, que se suponía oculta desde los primeros siglos de la Reconquista. Las circunstancias del hallazgo, hicieron que se colocase en el mencionado lugar. Los frailes dominicos deseando que se le rindiese culto, obtuvieron permiso por algún tiempo después, para trasladarla a su convento [1]. Donde se fundó la cofradía del Rosario. 

Foto: Puerta del Conde desde la Calle Madrid
Es fama que la preciosa imagen faltó un día del altar y que se volvió al lugar en que antes se encontraba, visto lo cual por los frailes, acordaron llevarla de nuevo al convento, pero poniendo sobre la Puerta del Conde, otra semejante, esculpida en piedra, que es la que hoy se venera en dicho sitio.

Esta imagen – se lee en la historia de Ciudad Rodrigo de Sánchez Cabañas – es muy parecida a las de la Peña de Francia y Guadalupe, y se halla, como éstas sentada en una silla con su Divino Hijo en los brazos. Hace aproximadamente tres años – en lo últimos días de marzo o en los primeros de abril de 1927 – El Alcalde señor Sánchez Arjona, dirigió la restauración de la sagrada efigie, a la que le faltaban la cabeza y los brazos.

En la historia de la Orden de Santo Domingo, compuesta por Fray Juan López, obispo de Monopoli, se encuentre la relación de varios milagros obrados por intersección de la primitiva imagen, la que se venera en San Cristóbal.

En la ficha mirobrigense del 27 de abril de 1930, refiriéndose a la virgen que se venera en San Cristóbal, dice:

  Hace dos semanas dijimos algo acerca de la imagen de Nuestra Señora del Rosario, la que tan fervoroso culto recibe desde un altar de la antigua Iglesia de la Magdalena, hoy parroquia de San Cristóbal.

Prometimos narrar alguno de los milagros que obró Dios por intersección de la sagrada efigie. De alguno de ellos, habla Fray Juan López, Obispo de Monopoli, en su Historia de la Orden de Santo Domingo. Otros, han sido conservados por la tradición.
Ficha Mirobrigense 27 de abril 1930

El primero de los que narra Fray Juan López, tuvo lugar en los últimos años del siglo XVI. Fue el día 12 de Mayo de 1.595. Una larga sequía, tenía desolados los campos. El Ayuntamiento, acordó traer esta imagen desde el convento de Santo Domingo a la Catedral y hacerle un novenario. A penas salió de la iglesia Nuestra Señora del Rosario, el aire, que era cierzo, se tornó en ábrego, comenzando a llover en tal abundancia, que produjo una gran cosecha y muchos pastos.

Otro de los milagros, consistió en dar la vista con sólo llevarlo a su presencia, a un niño hijo de un zapatero, llamado Luis de Torres. Esto tuvo lugar en el año 1600.

Acaso el más interesante prodigio de la preciosa imagen, sea el que cita Don Román Marcos en su Episcopologio. Durante una fiesta religiosa, celebrada en honor a Nuestra Señora del Rosario, y estando la iglesia llena de gente, se oyó una voz angustiosa que decía; ¡Me quemo! ¡Me quemo! Volviéronse todas las miradas a la imagen, en cuyas mejillas hacía presa la llama de un cirio. La quemadura producida se conserva, para autenticidad del prodigio, pues dice la tradición, que intentaron quitársela, retocando la cara, no pudiéndose conseguir que agarrase allí la pintura.



[1] El convento de Santo Domingo, estuvo situado en el solar que ocupa el edificio de Asprodes, donde pueden aún verse algunos vestigios. 

Comentarios

  1. Muy curioso, siempre me había preguntado sobre el origen de esa escultura y me causaba curiosidad. Muchas gracias

    ResponderEliminar
  2. He llegado a este blog desde un enlace en el grupo de Faceebook Fan de Ciudad Rodrigo y me ha encantado la información publicada en él, veo que lleva poco tiempo de vida, pero a pesar de ello tiene información muy interesante, espero que el autor o autores sigan adelante. Gracias

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Termas públicas en Ciudad Rodrigo: Los Baños abovedados de San Albin

En la antigüedad coexistieron dos tipos de instalaciones balnearias: las termas, o grandes baños públicos, y los balnea, instalaciones privadas de dimensiones considerablemente menores que las termas.  En Occidente, a partir de los siglos V y VI solamente consta la existencia de los balnea, normalmente asociados a las élites eclesiásticas. En la península ibérica parece haberse producido una ruptura entre la tradición termal de la Antigüedad y la Edad Media. Los baños más antiguos que se conocen en la España cristiana los mandó edificar Alfonso III a comienzos del siglo X en la ciudad de Zamora, seguramente inspirados en en los modelos islámicos, pues fueron construidos por mozárabes procedentes de Toledo.  Durante el siglo XII, los monarcas cristianos levantaron numerosos baños públicos en las ciudades que fundaban en la mitad norte peninsular, que con frecuencia eran cedidos a los concejos o a la iglesia, pues estos establecimientos constituían una sólida fuente de ingresos

Leyenda de Ciudad Rodrigo: La Historia de La Coronada

Marina Alfonso, una respetada dama mirobrigense perteneciente a la influyente familia de Los Pacheco, es el personaje central de esta historia. Los documentos de la época nos revelan que era una mujer de notoria belleza y virtud, cualidades que atrajeron la pasión de un rey español que visitó la ciudad. Este monarca se obsesionó con derribar la virtud de Marina, pero ella, firme en su honor, rechazó sus avances reales e ignoró sus amenazas. El rey, inicialmente, intentó seducirla con encanto y elogios, pero ante la firme negativa de la joven y su falta de costumbre a la resistencia, recurrió a amenazas poderosas, insinuando que la familia de Marina podría sufrir su ira. Consciente del peligro que acechaba a su familia, Marina buscó refugio en las páginas de un libro titulado "Máximas del Evangelio, y resumen de la moral cristiana", donde encontró estas palabras sabias: " Si tu ojo derecho te escandaliza, arráncatele; quiere decir, si lo que te es más apreciable y de mayo

IRUEÑA, una joya arqueológica aún por explorar

Teniendo en cuenta que solo se puede amar aquello que se conoce, desde  Lancera de don Julián  queremos aportar nuestro granito de arena para dar a conocer esta joya vetona, pues conocerla resulta un requisito esencial para que en yacimientos ubicados en medios rurales, como es el caso del castro de Irueña, se puedan desarrollar las estrategias de investigación, protección y difusión que merecen.  Los vetones fueron los habitantes prerromanos de las tierras situadas por el Sistema Central, ocupando prácticamente la totalidad de la provincia de Ávila, buena parte de las de Salamanca y Zamora, el sector oriental de la provincia de Cáceres, el occidente toledano y la zona del noroeste portugués.  Algunos historiadores romanos, como Livio y Apiano, los presentan como un pueblo de vida sobria y carácter guerrero que participaba en los continuos enfrentamientos bélicos, junto al resto de pueblos celtíberos, durante los dos primeros siglos de la conquista romana.  Los castros son núcleos fo