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Ciudad Rodrigo, la otra Ciudad secreta

Ciudad Rodrigo no solo es la bella ciudad que podemos admirar cada día… Bajo sus empedradas calles existe otra ciudad paralela, un entramado de túneles y galerías subterráneas que discurren bajo sus adoquines.

Aunque muchos de ellos han sido cegados o incluso destruidos, otros aún se conservan íntegros y, es posible, que otros muchos estén aún por descubrir.

Este tipo de pasadizos secretos y puertas ocultas siempre han estado ligados a una especie de halo misterioso. La mayoría servían como vías de escape secretas al exterior del recinto amurallado o eran usadas como canalizaciones, otros conducían desde algunos de los palacios mirobrigenses hasta el interior de las iglesias. De esta forma los nobles que residían en ellos podían acceder a las iglesias de forma discreta y segura en épocas de conflictos bélicos.

Durante las reformas que se llevaron a cabo en el Palacio de Montarco en el año 2007 se encontraron varios de estos pasadizos que conducían tanto a la catedral como al exterior de la ciudad amurallada. También existían varios pasadizos, algunos de ellos hoy clausurados, en el interior de la Capilla del I Marqués de Cerralbo. Uno de ellos conducía hasta el cercano palacio familiar, hoy desaparecido, que ocupó el solar donde hoy se ubica la plaza del Buen Alcalde llegando sus jardines hasta la calle Cáceres.

Una de las galerías que parten desde el interior de la Capilla de Cerralbo

El conocido como Palacio de los Maldonado de Chaves también cuenta con varios de estos pasadizos secretos, los cuales tuve la suerte de poder recorrer en parte hace años.

En las inmediaciones de la Puerta de Amayuelas se sabe que existieron los Baños de San Albín que llegaban hasta las cercanías del convento de San Francisco. El historiador Mateo Hernández Vegas aseguro que, según referencias verbales, en 1389 aún se podía penetrar por la hermosa galería subterránea, sólidamente abovedada que formaba los baños de San Albín y, Sánchez Cabañas, aún pudo ver sus ruinas en la huerta de San Albín, que en el siglo XVII pertenecía a don Diego de Caraveo, y por la calle de la Salud, que por aquel entonces se llamaba calle de los Baños.

En obras antiguas que se llevaron a cabo en la zona del actual Mercado de Abastos, se dice que aparecieron restos de estos baños [1].

Esperemos que poco a poco se vayan haciendo nuevos descubrimientos y se dispongan de medios para rehabilitar estas galerías y pasadizos y poder ponerlos en valor, ya que sería estupendo que todos los mirobrigenses y turistas que lo desearan pudieran bucear en las profundidades de esa enigmática y apasionante Ciudad Rodrigo secreta.

Y tú, ¿conoces algún otro pasadizo o galería secreta de la ciudad?


[1] Listado individualizado de lugares Arqueológicos, Relación de iglesias, conventos y otros edificios desaparecidos. 

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