Miss Golondrina

El 26 de marzo de 1898 nacía nuestra protagonista, lo hacía en una acaudalada familia que poseía importantes propiedades en Ciudad Rodrigo, como el palacio de los Águila o la Casa de los Vázquez. Era hija de Rafael Bernaldo de Quirós y de María Consolación Bustillo Mendoza, marqueses de Altares. Se llamó María de la Salud, pero fue popularmente conocida como Eca, diminutivo de muñeca.

Desde su infancia mostró gran entusiasmo por los aviones, sin embargo, siguiendo las costumbres de la época, dejó a un lado sus sueños para contraer matrimonio. El 1 de septiembre de 1917 se casó con Ramón Bernaldo de Quirós, su primo hermano, primogénito de los marqueses de Argüelles. Fruto de su unión nació una niña que falleció al poco tiempo y solo 15 meses después de la boda, con 29 años, lo hacía también su marido.

El Eco del Águeda, 2 de enero 1927

En 1921 se casa en segundas nupcias con José Manuel Sánchez-Arjona y Velasco, quien pasaría a ser alcalde de Ciudad Rodrigo en 1925. El matrimonio se instaló en la Casa de los Vázquez, que era propiedad de Eca. Ellos fueron los promotores de la fabulosa reforma que en 1923 se hizo sobre la casa. Durante los primeros años de matrimonio Eca participó de forma activa en los problemas municipales, incluso fue la impulsora y organizadora de la primera cabalgata de Reyes que se celebró en Ciudad Rodrigo. 

Poco tiempo después, comenzaron a sonar rumores sobre el distanciamiento del matrimonio. Él, se dedicó por completo a sus labores municipales, por ello se ganó el apelativo del Buen Alcalde. Ella, se sentía enormemente atraída por la aeronáutica. En 1926, Ramón Franco, había despertado en España un interés nacional por el mundo de la aviación con su histórico vuelo, desde Palos de Moguer (Madrid) hasta Buenos Aires, con el Plus Ultra.

Eca

Eca estaba decida a que su condición de mujer no le impediría convertir en realidad su sueño de ser piloto. Sin embargo, tanto a su aristocrática familia como al Real Aero Club de Madrid, les costó digerir su afición por volar. En aquella época la aviación estaba controlada por los militares, quienes le negaron su acceso al aeródromo. Pero ella, lejos de darse por vencida, buscó toda clase de apoyos que le ayudasen a obviar aquel obstáculo. Hacía tan solo un año que se había creado la primera organización militar española que aceptaba mujeres, las Damas Enfermeras. Eca consiguió incluso que la misma reina Victoria Eugenia la recibiese el 27 de junio de 1928 para imponerle el brazal de enfermera de la Cruz Roja. Quizá, aquel sería el salvoconducto que le permitiese vencer el bloqueo. Lamentablemente, no fue así debido al absurdo y machista reglamento del Aero Club, que impedía que las mujeres pilotaran sus aviones. Pero Eca no estaba dispuesta a rendirse, así que se compró su propio avión, un De Havilland DH 60 Moth, y se incorporó al grupo de 17 civiles, siendo ella la única mujer, que hicieron el curso para obtener la licencia de piloto a finales del verano de 1928. 

Reconoció que hizo el curso con miedo de que la descalificasen por cualquier motivo ligado a su condición de mujer. Sin embargo, la primera semana de octubre conseguía, al fin, el titulo de piloto civil. Se había convertido en la primera mujer en conseguirlo de España. La prensa se hizo eco del logro, apodándola en sus titulares La Dama del Aire. Nada más obtener su licencia de piloto, comenzó a hacer vuelos de exhibición por distintas ciudades españolas. Eca volaba sola a los mandos de su biplaza De Havillan, los aviadores del aeródromo la llamaban Miss Golondrina [1]. 

Distanciada ya de su segundo marido, aunque de forma secreta, ya que el divorcio estaba prohibido, mantuvo una relación con su instructor de vuelo, José Rodríguez y Díaz de Lecea, quien llegó a ser más tarde Ministro del Aire con Franco. Esta relación no pasó desapercibida en Ciudad Rodrigo, donde llegaron a circular algunas coplas envenenadas, como la que decía: La Eca y la Ponviana se han ido a la estación, a esperar a sus novio de aviación... A la Eca y a la Ponviana no les bastan los tenientes que han tenido que subir hasta el verraco del Puente. 

Parece ser que su espíritu libre no era muy bien entendido en aquella época, en una ocasión, llegó a comentar a la prensa: Que se vaya acostumbrando la opinión pública, verán que las mujeres servimos para algo más que para bordar. 

En 1933, durante la II República, se convirtió en una de las primeras mujeres en aprovechar la ley del divorcio. Su relación sentimental con José Rodríguez y Díaz de Lecea, se prolongó hasta el fallecimiento de él en 1967.

Eca murió el 26 de septiembre de 1983. Desde 2007. Una calle, desierta, en Ciudad Rodrigo recuerda a nuestra primera aviadora.

[1] García, Jorge: Damas del aire: Las pioneras de la aviación española, 2017