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Historia de la Casa de Santa Cruz y Santa Elena (en Lista Roja del Patrimonio)

El 28 de julio de este año se añadía otro edificio mirobrigense a la lista Roja del Patrimonio, se trata de la casa de la Cofradía de Santa Cruz y Santa Elena, ubicada en la calle Estacadilla, junto a la muralla de la ciudad. Esta lista recoge aquellos elementos del Patrimonio cultural español que están en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores. Añadiéndolos, se pretende darlos a conocer en un intento de protección parar lograr su restauración o consolidación. Este artículo, es mi granito de arena para dar a conocer su historia. 

La casa toma el nombre de la antigua ermita de Santa Cruz y Santa Elena, la cual se ubicó en este mismo lugar. En dicha ermita, que contaba con capellán y cofradía propios, se veneraba con gran devoción la imagen de Santa Elena, cuya festividad se celebraba cada año [1].

Vista del jardín, dominado por la maleza

En la segunda mitad del siglo XVI, con el propósito de evitar, o al menos reducir, la gran cantidad de abandonos e infanticidios del obispado, se edificó en sus inmediaciones la Casa de los Niños de la Doctrina. Dicha fundación la dejó estipulada en su testamento don Francisco Osorio, quien fue limosnero Mayor de Carlos V y de Felipe II. Su sobrino y testamentario, Pedro Barba Osorio, se presentó en el ayuntamiento  el 17  de mayo de 1566 con la cláusula del testamento de su tío en la que destinaba 60.000 maravedís de juro sobre las alcabalas que poseía en Salamanca para dicha fundación. A ellos añadía otros 10.000 por los intereses que se habían generado desde la muerte de su tío [2].

Tras varias tentativas por parte del ayuntamiento para elegir el sitio en el que edificar la Casa de expósitos, fue el propio obispo quien ofreció la casa de la iglesia de San Vicente, ubicada junto al postigo del mismo nombre y ya en desuso. Dicha iglesia fue uno de los primeros templos con los que contó Ciudad Rodrigo, el cual se cree originario del siglo XII o XIII debido a las tumbas encontradas en el seguimiento arqueológico realizado en esta zona [3]

La propuesta fue aceptada y la casa de los Niños de la Doctrina se fundó sobre la Capilla Mayor de la antigua iglesia de San Vicente, quedando esta adosada al edificio y fundándose en ella la cofradía de Nuestra Señora de los Esclavos por lo que la iglesia también comenzó a conocerse por este nombre. Desde ese momento la pequeña ermita de Santa Elena fue reemplazada por la iglesia de Nuestra Señora de los Esclavos y cayó en el olvido.

Pasado un tiempo, se construyó una gran casa sobre el solar en el que se ubicaba la vieja ermita, que era propiedad de la cofradía de Santa Cruz, poseedora también de otras cuatro casas anexas. Todas tenían dos pisos y la que se construyó sobre la ermita incluso corral. Entre las cinco medían más de 18 varas.

Gracias a algunos documentos podemos saber que a mediados del siglo XVIII estas cuatro casas estaban arrendadas a particulares en 88 maravedíes cada una y en 110 la del corral.

Fachada lateral desde la muralla

Al extinguirse la cofradía las casas pasaron a ser propiedad de la Obra Pía fundada en la Casa de Niños Expósitos hasta que, en 1781, pasan a manos de don Simón Rodríguez Laso [4], que ostentaba la dignidad de maestrescuela de la catedral mirobrigense y fue secretario y fundador de la Sociedad Económica Amigos del País.

El 27 de octubre de ese mismo año se firmó el contrato de venta, en él aparecen tasadas en más de 11.000 maravedís por los arquitectos Juan Marcelino de Sagarbinaga y José Ortiz. Es a partir de entonces cuando las cinco casas se funden en un solo edificio, que más tarde pasó a pertenecer al musicólogo, sacerdote, organista y compositor Dámaso Ledesma y al fallecer este, en junio de 1928, a sus herederos.

En este mismo espacio urbano se levantaron las casas nobiliarias de los Herrera Escobar [5], de los Centeno de Indias, la cual lindaba con la muralla con sus patios y corrales, la llamada de Los Caballeros de Soria y la de Pacheco Melgar [6], ubicada junto a la que se trata en este artículo. Esta última, que fue la casa principal del mayorazgo de los Barba Osorio [7], es mencionada en un documento de 1665 como una de las más antiguas de la ciudad y dio nombre a la calle en la que se ubicaba. Poseía bodega, paneras, caballeriza y corral. De ella se hallaron restos bajo el adarve de la muralla. Por último, en el espacio que hoy ocupa el seminario, se ubicaba la casa de los Chaves y Robles, a la que el historiador Sánchez Cabañas, haciendo un repaso de las casas que se ubicaban en las inmediaciones de la Puerta del Rey, se refirió a comienzos del siglo XVII como la casa-palacio que más campea. 

Hay que tener el cuenta que el entramado urbano de esta zona ha cambiado significativamente. Frente a la fachada de la Puerta del Perdón de la catedral se ubicaba la calle Pacheco Melgar, la cual desembocaba en la Puerta del Rey, hoy desaparecida, y el espacio que hoy ocupa la plaza de Herrasti estaba formado por un conglomerado de calles que desaparecieron tras la guerra de la Independencia. 

Una vez situados en el pasado histórico del espacio urbano en el que se ubica el edificio que nos ocupa, volvemos a centrarnos en él, que en la actualidad continúa en manos privadas. Su fachada principal mide 15 metros de ancho, en ella se puede observar un escudo ovalado con una cruz latina clavada sobre la piedra y al pie de esta, una calavera, emblema de la cofradía en la ciudad. Bajo el escudo hay un vano con recercos con un balcón que a día de hoy está casi desaparecido. Debajo se ubica su puerta principal, coronada por un arco escarzano. A ella se accede desde el jardín, donde hay una construcción auxiliar que también perteneció a la cofradía de Santa Cruz y que, al igual que la principal, se encuentra en estado de ruina.

Detalle del escudo con la Cruz en fachada principal

Las fachadas laterales miden unos 25 metros, una se ubica en la misma calle Estacadilla y la otra en la muralla. En la fachada lateral de la calle Estacadilla el edificio cuenta con algunas ventanas que aún conservan su enrejado original y con una puerta auxiliar.

Fachada lateral en Calle Estacadilla

Terminamos el artículo esperando que este edificio, al igual que otros de la provincia, en un futuro salga de la lista Roja del Patrimonio porque su conservación esté fuera de peligro. 


[1] HERNÁNDEZ VEGAS, Mateo: Ciudad Rodrigo. La catedral y la ciudad, Tomo II, 1935, pág., 385.
[2] HERNÁNDEZ VEGAS, Mateo: Ciudad Rodrigo. La catedral y la ciudad, Tomo II, 1935, pág., 156.
[3] RAMOS MOTA, Beatriz: Ciudad Rodrigo, lo que las piedras callan, 2020, pág. 59.
[4] Nota del A: Simón Rodríguez Laso, fue uno de los impulsores y creadores de la Sociedad Económica Amigos del País, cuyo discurso inaugural pronunció. Además, fue académico de la Real Academia de Historia y, desde 1788 hasta su muerte en 1821, fue rector del Real Colegio de España en Bolonia, Italia.
[5] Nota del A: A principios del siglo XVII en ella vivía doña María de Herrera, poseedora del mayorazgo y esposa del letrado Martín Escobar, afamado en la ciudad y regidor de ella entre 1610 y 1633. En el año 1715, la propiedad casa recaía en Melchora Escobar, quien la tenía alquilada al Ayuntamiento en 290 reales al año para alojamiento del coronel del regimiento de Zamora. 
[6] SALAZAR Y ACHA, Mª Paz: Casas principales en la Puerta del Rey, Libro de Carnaval, 2002.
[7] Nota del A: La casa Pacheco Melgar, era de tamaño considerable. Su fachada medía 17 varas por 26 de fondo. En 1747 ya estaba deshabitada y, posiblemente debido a la guerra de Sucesión, ya solo contaba con la planta baja, aunque aún poseía caballeriza, bodega y corral. 

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